martes, 12 de marzo de 2013

Educación- Apoyo Escolar

Ezkerraldea

Cómo entender los deberes

Un centro de Barakaldo acoge una charla para ayudar a los aitas que no saben euskera

Tamara de la Rosa - Miércoles, 20 de Febrero de 2013

Un centro de Barakaldo acoge una charla para ayudar a los aitas que no saben euskera

Barakaldo
No sé si seré capaz de ayudar a mis hijos con los deberes. Yo no sé euskera". Muchas madres se encuentran en la actualidad con una situación así. "¿Cómo voy a ayudarle si no entiendo lo que pone?", es una de las preguntas más frecuentes que recibe Iñaki Eizmendi, educador que ayer impartió una charla en el CIP Arteagabeitia, de Barakaldo, para ofrecer a los aitas una serie de estrategias que les ayudan a la hora de enfrentarse a los etxekolanak. "Siempre es un handicap no saber euskera para estos casos pero lo más importante es que, ya sea en castellano o en euskera, creemos los hábitos de estudio entre nuestros hijos. Así es como mejor les podemos ayudar", asegura.
Isabel, una vecina de Barakaldo con dos hijas, hace tiempo que lo primero que agarra cuando llega la hora de los deberes es el diccionario. "Cuando la niña no entiende algo busco las palabras que me puedan orientar a mí para entender el enunciado y después poder explicárselo", cuenta. Madres como Isabel acudían ayer a la charla organizada por la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del centro baracaldés junto a la asociación de padres de Bizkaia, Bige. "Los padres que más vienen son los que tienen niños de tres años, porque es cuando sienten el miedo de que no van a poder ayudarles con los deberes", explica Eizmendi.
No se debe tener miedo a un libro de texto en euskera. "No entender el idioma no es una barrera", asegura Irune Iria, técnica de Bige y responsable de las actividades extraescolares y el euskera. "Nuestro objetivo es tranquilizar a las familias porque siempre van a poder ayudar a sus hijos con los deberes", afirma.
Para ello, Eizmendi proporcionaba ayer una serie de consejos que, llevados a la práctica, pueden ser muy útiles, aunque siempre usados con moderación. El primero, y más recurrido por los padres, se basa en la utilización de un traductor en internet. "Pero hay que tener cuidado porque a veces las traducciones son tan literales que no se entiende nada", explica el educador y experto en bilingüismo.
Otros padres optan por una vía más fácil pero también más cara que consiste adquirir el mismo libro de texto pero en castellano. "Esta sí que es peligrosa porque los niños pueden acostumbrarse a que sus aitas le den la solución a todo y entonces, no se esforzarían". Preguntar la lección, en caso de que tenga que estudiar de memoria tampoco es un problema ya que, "solo hay que seguir el libro mientras el niño dice la lección y, si lo dice diferente, preguntar si significa lo mismo".
Y si aún así hay casos en los que es imposible echar una mano a los pequeños, "no importa". "Les decimos que lo hagan como ellos consideren que está bien y que luego lo corregirá en la clase. Después llevamos el control de lo que hace" ¡y listo! "En el fondo, lo más importante es la motivación y el hábito".

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